La renovación estética que convencionalmente se denomina Renacimiento no llegó a Jerez hasta bien entgrado el siglo, y, en la mayoría de las ocasiones, de la mano de artistas foráneos. El pobre panorama intelectual de las clases adineradas, dejó casi por completo a la Iglesia como único estamento capaz de desarrollar un mecenazgo que acabó trayendo a Jerez las nuevas ideas estéticas. Es muy destacable el papel que va a desempeñar La Cartuja, verdadero motor artístico de la ciudad en aquella época. A este monasterio vinieron a trabajar varios artistas forasteros de importancia que una vez concluidos sus trabajos en el cenobio, se quedaron en Jerez ejerciendo su oficio. |