Luis de Morales (1510-1586), pintor extremeño llamado el Divino por su pintura expresionista y llena de espiritualidad. Sus temas preferidos eran la Virgen con el Niño, la representación del Ecce Homo o Cristo muerto en brazos de la Virgen. Este tríptico respresenta en su calle central a Jesucristo después de azotado y coronado de espinas, mostrado al pueblo con la vara y manto de rey. La tabla de la izquierda representa la Virgen contemplándolo con dolor y con las manos entrelazadas. En la tabla de la derecha está en primer plano San Juan y detrás el retrato de San Juan de Ribera, obispo de Badajoz y persona que encargó el cuadro. Los personajes sagrados han sido dispuestos en un esquema geométrico triangular; los laterales refuerzan con su mirada la composición, centrando toda la antención en el Ecce Homo. San Juan de Ribera, en un segundo plano mantiene una actitud piadosa. |