Foto: © Archivo CadizNet Fachada. Iglesia de Santa María

Y llegó el Jueves y con el jueves, sin mayúscula, el día de Jesús, y Jesús bajará hoy desde la colinilla de Santa María y desde el ayer arrabal del mismo nombre y hoy barrio también puesto bajo el tierno nombre de María, el Nazareno, el Regidor, el Oráculo de Cádiz, baja para pasear por Cádiz cargado con la cruz y acompañado por la pecadora Magdalena, una mujer que amó entrañablemente a Jesús y que Jesús quiso tener cerca en momentos tan críticos.

Por la mañana, le habrá sido entregado el bastón de mando de Señor de Cádiz, y con él en la mano y su cruz de carey y plata al hombro, irá recorriendo calles y plazas repartiendo favores. Él que todo el año recibe a su pueblo en su capilla, hoy sale como a devolver esas inmensas visitas y a conformar tantas súplicas como le son pedidas durante los viernes del año.

Fundada la cofradía en el siglo XVI en San Francisco, en 1603 pasa a residir en la Misericordia y en 1616, decide irse a vivir con las monjas concepcionista que fundara en Toledo Santa Beatriz de Silva y que están entre nosotros desde 1527.

Su imagen, emblemática, es de un tal Andrés C. Sus manos, las talló en el siglo XVIII Pedro de Campana, probablemente, y su cuerpo mutilado por la guerra del 36, Antonio Bravo Bozanes en 1939.

Detrás, va la Virgen de los Dolores, en una talla magistral que hizo el escultor e imaginero gaditano Juan Luis Vassallo Parodi allá en 1943, que vino a sustituir a la quemada en el terrible año de 1936.

Y decir en Cádiz el Nazareno, es decir fervor y devoción y saetas y llantos y promesas y una noche detrás de Jesús por las calles de Cádiz y hasta el año que viene aunque cada gaditano, viernes tras viernes, se pase por Santa María a verlo y a pedirle o a darle gracias por el favor recibido, pues todo el mundo va y le cuenta sus cuitas al Nazareno y el Nazareno escucha, calla y otorga el favor solicitado y así desde el siglo XVI ininterrumpidamente...