| Interior de la Iglesia de Santa Cruz | |
Es la primera que desfila en la incomparable madrugada y la primera en abrir las puertas de la vieja catedral alfonsí que, esta noche, se queda casi vacía pues de su seno, sale la madrugada hecha madera y misterio y la catedral vieja es la calle y Cádiz todo.
Y es esta cofradía otra de las gremiales que ya celebró sus Bodas de Oro fundacionales cuando los médicos y los farmacéuticos y practicantes gaditanos decidieron fundar una cofradía y ponerse bajo el amparo y la guía del Mayor Dolor y de la Salud; Mayor Dolor encarnado en un Nazareno que hizo Láinez, y Salud, encarnada en una Dolorosa que talló Buiza.
Es la primera de la madrugada. Es la primera en hacer estación en la catedral - de catedral a catedral- y es la primera en recogerse pues va en rápido paso de horquillas comiéndose la noche gaditana y dejando estela de luces para que el Señor de Medinaceli, vecino de la Sanidad, vaya recorriendo su camino de luz y de favores por las calles de Cádiz cuando la ciudad toda se convierte en templo y por las calles se reza el Vía-Crucis y el Medinaceli, negro y maniatado, va ligero igualmente dejando la calle expedita para el crucificado del Perdón despida la noche y ya en los albores de la mañana del Viernes Santo, haga su entrada en la vieja catedral alfonsí, el templo fundado por el sabio rey para ser su última morada, deseo que no se cumplió en una inexplicable decisión tomada por otros...
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