La imagen representa la dolorosa soledad de María tras el entierro de Jesús. La imagen, va vestida de hebrea, extiende los brazos y alza el rostro, en una señal de humilde aceptación y dolor. es obra de Alfonso Berraquero.
La parihuela, de acusada sobriedad, es de madera barnizada sin labrar. Es portada desde el exterior por hermanos que visten túnica de penitencia y en cada parada se usan unas horquillas para sostenerla. No lleva acompañamiento musical, sólo el rezo del Santo Rosario en voz alta por parte de los Hermanos.
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