| Foto: © José Mª. Collantes González | | Aunque de pequeñas dimensiones, dada su función de mezquita privada, tiene todos los elementos característicos: Un pequeño patio de entrada recreado con un par de naranjos, árbol característico en estos espacios; la torre o alminar, cuadrada y almenada donde el almuédano llama a los fieles a la oración; el patio de las abluciones que precede al culto con un aljibe para recojer el agua de lluvia y una pequeña fuente con la doble función del agua como purificación y elemento ambiental en la arquitectura; la sala de oración, cuadrada con la quibla, muro orientado hacia la Meca, con el nicho o mihrab hacia donde los fieles dirigen su oración. Se cubre con una cúpula ojival de ocho paños sobre trompas, rematado por un linternón barroco. La planta cuadrada, aunque existen mezquitas anteriores con igual estructura, no es lo normal en edificaciones almohades. Para unos la actual mezquita sustituiría a un oratorio de la planta basilical de tres naves y cubierta de madera que había ardido entre 1261 y 1264; para otros debió estar cubierta como hoy la vemos. El material utilizado es fundamentalmente el ladrillo, característico en estas construcciones. Con la conquista de Jerez por Alfonso X el Sabio en 1264 la mezquita se dedicó al culto cristiano transfomándose en Capilla de Santa María. Un altar con los resúmenes de las Cantigas que el Rey Sabio le dedicó, recuerda el uso cristiano del edificio. |