| Retrato de Angélica Kauffman, de Manuel Montano | | El comercio y la prosperidad económica propiciaron que se establecieran en Cádiz numerosos extranjeros, dando a la ciudad un aire cosmopolita que la diferenciaba del resto de las ciudades andaluzas. Resulta fácil comprender que en este ambiente de talante liberal y culto germinaran rápidamente las ideas de la Ilustración y se produjera el cambio de estilo del barroco al neoclásico. Motor de esta renovación fue la Escuela de Nobles Artes fundada en 1789. Su primer director de la sección de pintura fue Domingo Alvarez Enciso, discípulo de Antonio Rafael Mengs, célebre pintor, escritor y teórico neoclásico. Las obras de los pintores gaditanos Manuel Montano y Victoria Martín ilustran perfectamente las principales características de la pintura neoclásica: dibujo lineal y acromía del color. De Manuel Motano se expone en el Museo de Cádiz el retrato de la pintora neoclásica suiza Angélica Kauffman que la representa, sobre un fondo de paisaje, sentada junto a una ventana y ataviada con túnica blanca ceñida por cinturón al gusto de la época Imperio. De Victoria Martín destaca su Autorretrato dentro de la estética del retrato francés neoclásico. Destacan también entre los cuadros expuestos "Majo fumando" y "Una maja" de Antonio Carnicero, pintor representante del academicismo cortesano; y el "Retrato de familia" del pintor sueco Adolf Ulric Wermüller. |