Planta de la capilla baja

Frente a la puerta de entrada nos encontramos una meseta cuadrada y de ambos lados comienzan dos espaciosas escaleras de mármol, que conducen a la Cueva baja. Estas escaleras están separadas del pequeño atrio de entrada por una gruesa balaustrada de caoba que une los cuatro pilares de los tres arcos de división. Cada una de estas escaleras consta de dieciseis escalones, teniendo en su mitad uno de mayor amplitud para que sirva de descanso a las personas de avanzada edad o enfermas, terminando cada una de ellas en un pequeño atrio, al frente de los cuales y formando ángulo recto con cada puerta de entrada a la capilla, se encuentran sendas hornacinas pequeñas adosadas al muro, con imágenes de la pasión del Señor.

La Capilla es de muy reducido espacio y está desprovista de toda decoración, ya que fue construida para ser lugar de la meditación y de las disciplinas de la Cofradía de la Madre Antigua.

Consta de tres naves con crucero. Seis gruesos pilares aislados sostienen el gran peso que soporta este edificio, ya que los gruesos y elevados muros y los cinco retablos de mármol de la nave derecha de la parroquia del Rosario, están construidos sobre la nave izquierda y derecha de esta misma Capilla.