La puerta de entrada a este edificio se encontraba seis metros más para la calle, ya que de torreón a torreón se había levantado un muro para sacarle más dependencia. La fachada principal hasta hace muy poco no se parecía en nada a un castillo. Después de un minuciosa restauración se ha logrado aproximarla a su estado primitivo. Innumerables gestas y acontecimientos importantes han quedado reflejados en azulejos y murales, pero sin duda su importancia histórica queda reflejada en los 247 azulejos que forman el mural recordando la visita en 1477 de los Reyes Católicos. |