Foto: © E. Christian Moreno

El Cristo de la Veracruz es una obra tallada en madera de abedul. Se desconoce su autor, aunque se identifica con la obra de Giuseppe Piccano, escultor de Nápoles. La talla fue traída en 1773. En el año 1931, el templo fue asaltado y fueron quemadas varias imágenes. Con la pérdida de estas imágenes, a partir de 1931 procesionó el Crucificado

solo, hasta que en 1945 se le incorporó la nueva imagen de la Soledad, realizada en ese mismo año por Santos Rojas.

El paso de misterio es obra del sevillano Antonio Martín, en 1994. Su paso de palio es uno de los que ofrecen más interés en la ciudad, por haber sido diseñados los varales y los bordados de bambalinas y manto y ejecutados bajo la dirección del gaditano Ramón Gross, en los talleres sevillanos de Seco. Tanto varales como bordados son de estilo rocalla, singulares y de exquisito gusto. Destaca en sus insignias la Cruz de Guía, de madera dorada y estofada de gran antigüedad.