De estilo sobrio y contenido, Zurbarán supo expresar como ningún artista el sentido de la religiosidad monástica y el tono solemne y monumental de sus ceremonias. Las obras de Zurbarán expuestas en el Museo de Cádiz son el núcleo fundamental de su pinacoteca. Forman parte de sus fondos desde la Desamortización de 1836 y proceden de la Cartuja del Convento de Capuchinos de Jerez de la Frontera. En la pintura de los primeros años del siglo XVII, confluyendo con las fórmulas marienistas de finales del XVI, se advierte un incipiente interés por el naturalismo. En el segundo tercio del siglo XVII el lenguaje naturalista propio del barroco quedaba bien definido en la obra de artistas como Francisco de Zurbarán. |