 | Imagen de la Custodia del Corpus | | El asunto, delicado por estar por medio no sólo la Custodia como alhaja apreciadísima sino como objeto portador del Sacramento de la Eucaristía, sensibilizó mucho a la opinión pública y según las actas, tanto del Cabildo Catedral como del municipal, reflejan los muchos acuerdos y reclamaciones que, tanto uno como el otro, se hicieron para no perder, ambos, la posesión de la misma. El Cabildo Catedral solicita del Ayuntamiento le facilite la Custodia para la salida de la procesión, así como su contribución a los gastos... El Ayuntamiento, en sesión secreta celebrada, lee el oficio del Cabildo hermano y decide negar la licencia, aunque al final "acuerda prestarla el día de la salida si el Cabildo determina sacarla...". Cuando se recibe la comunicación en la catedral, los capitulares deciden que "en vista de los gastos y en atención de los tiempos difíciles, la procesión eucarística sea por el interior del templo". En sesión municipal celebrada el día 30 de mayo de 1873, el municipio, entre otros medios de allegar recursos, "acuerda la enajenación de la custodia en pública subasta" y se nombra una comisión formada por los ciudadanos Pacheco, Gutiérrez, García, Gómez, Solórzano y Rendón, "a los que se les autoriza para que recojan las llaves del local donde se halla depositada (en la catedral vieja) y procedan al examen de la alhaja a fin de informar sobre su valor y proponer los términos y condiciones con que ha de llevarse a efecto la mencionada subasta. |