Foto: © E. Christian Moreno La antigua talla de la Virgen del Patrocinio

Y parece lo conseguido mucho y lo realizado más y por los problemas de tamaño de la puerta de su capilla, deciden salir del cercano convento carmelitano, igual que hacen en el Corpus que organizan en junio con la custodia procesional que, poco a poco, han ido confeccionado o con la procesión que sacan en honor del beato gaditano. Son ya unos actos programados y que el barrio de la Bendición de Dios o del Carmen y todo el Mentidero, esperan año tras año en sus fechas determinadas.

Desde un principio, esta cofradía nació para procesionar y dar culto a un misterio antaño vigente y después extinguido como es el del prendimiento de Jesús en el Huerto de los Olivos, necesario en Cádiz para entender esa continuidad pasionista durante cuatro siglos.

Y así, en el primer paso o paso de misterio, va Jesús en su prendimiento componiendo el pasaje bíblico con los personajes comunes en él y detrás, en precioso paso de palio, una Virgen del Patrocinio bellísima, una escultura de tamaño algo menor que el natural, talla antigua adaptada para este menester pasionista, arreglada normalmente con bastante personalidad y con unas características muy propias que, ojalá, no pierda en aras de unos modernismos absurdos...