| Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado (Medinaceli) | | En torno a 1937, año luctuoso en que más de media España estaba todavía envuelta en la Guerra Civil, los gaditanos, enfervorizados, buscan en torno a un cuadro del famoso Jesús de Medinaceli, el paliativo para sus penas y desastres. Hijos en la guerra, casas desechas por la falta de algún familiar porque éste, o bien estaba en la guerra o muerto en ella, o prisionero por culpa de ella... Miedo en muchos hogares, miedo a las noticias y hambre, mucha hambre que cada uno se va quitando como puede y con lo que puede... Y en una iglesia del convento de las Descalzas, con el milagroso cuadro como emblema e imán devocional, los futuros esclavos del Cautivo hacían cada cuaresma sus cultos hasta que ven la necesidad de tener una escultura lo más parecida posible a la de Madrid, entonces ocultada en el extranjero por temor a su destrucción, y es el humilde imaginero Miguel José Láinez Capote, el encargado de plasmar en caoba la efigie del famoso Medinaceli que se veneraba en la iglesia de los capuchinos de Madrid. Y consigue Láinez casi su mejor obra y hay que fechar ésta en 1939. |