La animación que vivía habitualmente Cádiz poco tenía que ver con estas penurias de postguerra. Diversos espectáculos animaban la vida de la ciudad: veladas de boxeo, carreras ciclistas, regatas organizadas por el Club Náutico, proyecciones en los tres cines de verano de la ciudad, carreras de caballos en la playa, espectáculos líricos en el Teatro Falla, etc. La noche del 18 de agosto de 1947 ya habían pasado los festejos de la Velada de los Angeles, y algunos esperaban con ansiedad la actuación de Antonio Machín en el Cortijo de los Rosales. Oficialmente, la noche del 18 de agosto murieron 152 personas. Diversas fuentes hablaron de hasta cinco mil, pero lo cierto es que la fortuna impidió una desgracia mayor: una gran cantidad de gaditanos estaban en la calle, en los cines o en los paseos, y los trabajadores de los astilleros cambiaban de turno en aquellos momentos. |