El suelo de la provincia de Cádiz, dadas las especiales características que concurren en su climatología, constituye un lugar idóneo para la proliferación de fibras vegetales, tanto para las que requieren terrenos húmedos y pantanosos como para las que crecen en lugares más secos. Entre las diversas plantas susceptibles de ser tejidas, trenzadas o reliadas, después de haber sido sometidas a un proceso de transformación, destaca el palmito por la generosidad con que prolifera en nuestros suelos y por la gran cultura que de él se deriva, dada la abundancia de cesteros que lo trabajan y la diversidad de sus formas. La vareta de olivo, el mimbre, la caña y el junco forman parte de un conjunto singular de árboles, arbustos y plantas, cuyas ramas, en forma de vartar o en tiras cortadas, constituyen la materia prima principal para los trabajos de cestería. Estas cestas han tenido históricamente usos tan variados como la venta de camarones y gambas, el lavado de marisco, el almacenaje de peces, el transporte de alimentos y el lavado de la ropa. |