| Interior de la Iglesia de Santa Cruz, antigua catedral de Cádiz. | | Cerrando esta perfecta trilogía de las hermandades del XVI, hacemos mención de la hermandad de la ciudad; el Santo Entierro, la única cofradía gaditana que antepone al título del Señor, la advocación mariana y así, oficialmente, se denomina Venerable y Real Cofradía de Ntra. Sra. de la Soledad y Santo Entierro de Ntro. Sr. Jesucristo, otra fundación del siglo XVI, también nacida en el viejo cenobio franciscano que ha pasado -hasta situarse por dos veces en la vieja catedral- por la ermita de San Roque, Santa María, San Agustín y por fin, la catedral vieja de Santa Cruz. Su antigüedad, su solera, su elegancia, su supremacía sobre otras cofradías del mismo siglo al pertenecer a ésta el estamento oficial, le daban y le dieron un carácter de corporación oficial, a lo que contribuyó a que la representación pasionista es el entierro y es éste un paso que siempre ha aglutinado en torno a él las representaciones tanto civiles como militares, consulares y académicas. Y el clero, tanto secular como regular, porque, en la urna, va el Cristo muerto y el pueblo entero se sumaba al entierro del Redentor y a acompañar a la Virgen de la Soledad. |