| Foto: © Archivo CadizNet Crucificado de la salud | | Pero, también, la pasión según Cádiz y los gaditanos abarca la devoción tanto al entrañable Señor del Patio o al Señor de la Columna de San Juan de Dios o al patético crucificado de la Salud de los jesuitas y al de la Misericordia del hospital del mismo nombre o a las otras Dolorosas repartidas por los templos gaditanos como pasa con la venerada en el Rosario, la gran devoción del magnánimo Marqués de Valde-Iñigo, o con el crucificado de la Misericordia del mismo templo, antiguo titular de una cofradía que le daba culto interno. Y por orden de rigurosa antigüedad en cuanto a siglos se refiere, puesto que los años pueden a lo mejor variar y lo mismo que unos más o menos de diferencia cuando la fundación es en ese siglo, y así, cumpliendo con esta pasión de cuatro siglos están tanto la Vera-Cruz franciscana, siempre en su mismo templo fundacional; el emblemático y fervoroso Nazareno de Santa María, desde el siglo XVII en su capilla del monasterio de la Concepción o al suntuoso Santo Entierro que, después de recorrer templos, ermitas y conventos, sigue en la veja catedral de la Santa Cruz, después de haber gozado de la vecindad del Nazareno durante un siglo. |