Foto: © Archivo CadizNet Virgen de las Angustias

Reminiscencias marinas, brisas de la Alameda, cánticos monjiles, una Virgen, que vive su angustia mirando casi al mar, vecina del Atlántico, casi en la frontera con el barrio de San Carlos, entre las monjas carmelitas descalzas del cenobio gaditano del Corpus Christi y San José y las humildes del Rebaño de María, la fundación gaditana que se acoge bajo el árbol frondoso del franciscanismo para acoger, humildemente, en el redil de la Divina Pastora, la gran devoción del Beato Diego, a las niñas desvalidas y huérfanas.

Es las Angustias, la fe y la devoción del barrio y cada lunes, su capillita, se llena de devotos y sus besamanos, son muy solemnes y sus cultos, tanto de Cuaresma como de septiembre, también.

Esta Venerable Cofradía de Penitencia de la Stma. Virgen de las Angustias, es lo que queda hoy de un piadosísimo rosario espiritual de aquellos que fundó con tanto éxito el fraile capuchino Fray Pablo de Cádiz en el XVII gaditano enmedio de la locura del rosario que en Cádiz se desata cuando el fraile, con las debidas licencias, funda quince compañías espirituales, una por cada misterio del rosario...