| Foto: © Archivo CadizNet Detalle de la portada de la Iglesia del Caminito | | Jamás decayó ni su culto ni su devoción y cuando no salía en cofradía propia, otras, especialmente el Santo Entierro, sacaba el paso de la Virgen acompañando el cortejo y haciéndolo más solemne si cabe. Devota entre las devotas, cofradía de negro, rosario al cinto y casi todos sus penitentes descalzos, logra llegar a su capilla después de haber abierto muchos corazones por los sitios típicos del recorrido como la plaza de San Francisco ya de vuelta o esa calle Isabel la Católica arriba cara al mar, de la que antes hablábamos, cuando la sabanilla de la cruz vuela y se retuerce en el santo madero por el vientecillo marinero que del océano viene basando el rostro dulce y lloroso de la Virgen de las Angustias que, llena de sal marinera, entra imposible en su capilla donde el lunes vuelve a recibir, como todo el año, la visita de sus vecinos del barrio de San Carlos.. |